| Matiana
parecía de más de cincuenta años. Tenia la dentadura completa y blanca;
pero su pelo ya cano, la piel reseca y arrugada, el cuerpo algo encorvado
y, sobre todo, esos ojos siempre enrojecidos por dentro y por fuera, le
daban un aspecto extraño. Y sólo por eso la llamaban bruja.En cambio, Jipila, como de
treinta años, tenía el pelo negro, grueso y lacio, la piel clara y lisa,
andar airoso y pie chico y pesar de los dedos
desparpajados por andar descalza.
Aseada y fresca (aprovechaba cuanto arroyo o fuente encontraba en los caminos para lavarse la cara y las manos pequeñas, y alisar los cabellos escapados de su trenza), se veía muy bonita con su buen porte, los ojos negrísimos y los dientes aún más blancos y parejos que los de Matiana, a la que llamaba tía.
Manuel Payno
(adaptación de Carlos H. Magis)
Opinión
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Danlya Annais Delgado
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